Friday, November 12, 2010

cinco hombres y un saco de harina

La ultima vez que vi a mis padres yo tenia 5 anos, ya van 32 anos desde aquel entonces. Recuerdo a mi madre con su traje amarillo todo embarrado de tierra, costra y harina. Recuerdo lo hermosa que se veía, su olor a orégano, su caliente y tierno abrazo, aquel que me dio antes de ir a buscar la harina aquel martes. Y como no recordar la figura de mi padre, aquel hombre que yo juraba que no le temía a nada, fuerte, trabajador, sus unas llenas de tierra, su olor a lluvia y el machete que usaba para cortarlo todo. Es la imagen mas tierna que tengo de ellos, desde la ultima vez que los vi. Era un martes, yo volvía de buscar harina, cuando me encontré con mi madre,mi padre y cinco hombres armados, vestidos de verde y negro. Amenazaban ellos con quemar mi casa, tenían a mis padres amarrados; escondida yo detrás de el tablero donde dormían las gallinas, lo vi todo. Se llevaban a mis padres, los mas importante en mi vida, lo que mas necesitaba. En el momento me sentí culpable, quise poder correr, gritarles a esos cinco hombres, decirles que ellos, mis padres,eran mios, que me pertenecían. Nunca lo hize, claro, solo tenia cinco anos, solo eran cinco hombres. Luego de que vi como se llevaban a mis padres, luego de que vi a esos cinco hombres, luego de que tenia todo un empaque de harina en mis manos, llore, fue lo único que mi instinto de niña me hizo hacer, ni siquiera bote el empaque de harina, lo agarraba, lo apretaba fuerte, apretaba ese saco de harina, como abrazaba el recuerdo de mis padres y como guardaba en mi mente el recuerdo de aquellos cinco hombres. Nunca los volví a ver, pero si supe que vivían. Nunca perdí la fe ni la esperanza y siempre lamente no haber estado junto a ellos, no haberlos podido salvar de aquellos cinco hombres vestidos de verde y negro.

Voz artificial

Hablar sin hablar, es lo que haces. Digo lo que no digo, es lo que dices. Cayo pero tus oidos escuchan, ruido tonto, voz que odio, ella no es mia. Mi voz habla cuando tiene que hablar, la voz que dices ser mia, no sabes lo que dice, pero crees haberla escuchado. Entiendes lo que no entiendo, es porque escuchas palabras que no son mias.
Ese ruido sordo, esas palabras de ella, son las palabras del viento, es lo que quieres que diga. Dices que soy yo, que son todas mias, entiendes lo que no digo, ese arte no lo descubro, con el silencio basta, pero tus labios no entienden, dices que es mia, apuntas a mi boca, y yo tapo mi mano con mi boca porque se que es libre.