Tal vez tienes un traje así

Y dijo, calmada, tiesa, con su espalda doblada, gotas apunto de salirse del ojo, y su pelo semi mojado, “Tal vez ese traje, lo compre para el closet” y rió. Fue una mezcla rara, como lo salado con lo dulce, las lágrimas eran la parte salada, su risa lo dulce. Se miro en el espejo se quito el traje que planeaba usar esa noche y lo puso otra vez donde pertenecía. Se miro en el espejo, trato de volver a sonreír, de que le gustara lo que veía, de decirse”Anda flaca, tu puedes sonríele” pero el intento fue inútil. Entonces pensó en el amor y sus miedos, el amor y los deseos reprimidos, el amor y sus mierdas. Le fue patético el tema, solía vivir una vida sola, solía siempre ser independiente, pero extrañaba algo en su vida, aquel traje debía ser puesto, ni su destino ni su traje, pertenecían a la soledad, se negaba ella a pensar tal cosa. Se puso unos pantalones, como de quien no tiene ganas de hacerlo, lo mismo hizo con la camisa y volvió a mirarse. Nada paso, se quedo sola, su traje se quedo allí, en la oscuridad y en la soledad, el cuento se quedo incompleto, es lo que llevaba ella un cuento incompleto, una vida incompleta. Tal vez uso el traje, tal vez salio esa noche. Tal vez nunca probo el sabor del amor. No lo se, nunca la vi salir esa noche, solo miraba por la ventana y tanto pude ver hasta que decidió apagar la luz del cuarto y fue así que tambien mis ojos se quedaron incompletos.